por María Paz Ruiz
Hay
una sentencia de muerte para usted
Esperamos
no causarle inconvenientes, pero es nuestro deber informarle que ha sido
elegido para morir el 7 de noviembre del presente año. Se
ruega que espere a su contacto vestido con ropa cómoda, a ser posible
descansado y desayunado. La hora en la que se presentará en su dormitorio es a
las 9:44 de la mañana. Cumplimos con avisarle que el contacto no suele esperar,
carece de paciencia y no entiende ningún idioma conocido. No tema, el contacto
es inconfundible. Le recordamos que camina muy rápido y que suele trabajar sin
descanso, por lo que le rogamos que desestime esconderse debajo de su cama o
entretenerse en casas de amigos; pues con esto sólo conseguirá que lo lleve más
de prisa.
Por
último queremos pedirle que no mantenga contacto visual con él para evitar
traumas mayores; y le recordamos que sea cauteloso en no pisarle tampoco la
capa.
Confiando
en su buen juicio y en que agradecerá nuestros consejos, nos despedimos
deseándole un feliz viaje.
*Publicado en Gaceta Cariátide Brevedades Literarias Año 2 Num 3 Verano 2011.
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